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viernes, 31 de mayo de 2013

Crónicas animales I

Desde que era pequeña he vivido rodeada de muchos animales, por mis manos, mis brazos, hombros, mis ojos y mi corazón, han pasado muchísimos, tantos que es imposible contarlos, recordar cada uno, pero quizás por eso, por crecer entre el reino animal soy muy sensible y defensora de los mismos.
Quería por ese cariño producido por la cercanía hacía ellos cuidarlos y curarlos, ser veterinaria y bióloga a la vez, pero ambas especialidades se me escapaban un poco de las manos, por marearme cuando veo la sangre y por no comprender muy bien los números (ya me entendéis, nunca matemáticas ni física han sido mi fuerte).
Pero increíblemente de pequeña me sabía algunos nombres en latín, sus características, procedencia, alimentación,  necesidades de cuidado, etc. a rasgos generales, algo gracias a preguntarle a mi padre que sabe bastante por pasión  y a leer los libros que teníamos, pero ya recuerdo muy poquito, los nombres en latín ninguno (y eso que lo he dado cuando era más mayor dos años, más una asignatura de libre elección en la carrera) y del resto conservo pequeñísimas lagunas, pero suele pasar con el tiempo y lo retomaré de alguna manera.
Por tanto después de unas líneas donde os he abierto mi cajita de recuerdos y sentimientos, he decidido hacer una especie de árbol genealógico mental de los animales que me acompañaron en muchos momentos de mi vida, y empezaré por algunos de los mamíferos, simplemente contando un poco mi experiencia, y aportando una foto de la misma especie la cual tuve, además de un enlace con su respectiva información para que los conozcáis más.



Ardilla común: tuve una pequeña ardilla, recuerdo que tenía tonos rojizos, por lo que me imagino que sería común, pero no puedo saberlo porque no la recuerdo con exactitud y en el mundo hay muchas especies de ardillas, según el link que compartiré con vosotr@s  unas doscientas. Creo que no tenía nombre pero era bien bonita, muy suave y tranquilita y comía con sus pequeñas patitas sus pipas, un espectáculo sin duda fantástico que a pesar de los años (yo era muy pequeña) permanece en mi retina. 


Eichhörnchen im Herbst
By Dellex (Own work) [GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html) or CC-BY-3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0)], via Wikimedia Commons

Cobayas comunes: tuvimos algunas pero las que más recuerdo son dos a las que llamamos Astérix y Obélix, la mía era Astérix, la de mi hermano Obélix, y eran muy graciosas, ambas se llevaban bien, las dábamos de comer y las sacábamos a que corrieran, eran creo marrones o anaranjadas y blancas no lo recuerdo bien, con pelo corto. Tuvimos otra de pelo largo, y la llamamos peluquitas. 

Granja de cuyes en ecuador.
By Fercarvo (Own work) [CC0], via Wikimedia Commons


Peruvian cavy
By Christine from Washington State, USA (This is a Hairy Guinea Pig) [CC-BY-2.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/2.0)], via Wikimedia Commons

  Erizos: Recuerdo que tenía dos, y me gustaba ver sus púas, eras preciosos y se dejaban coger y acariciar. No se si eran muy grandes o pequeños, ni si eran erizos comunes o qué especie, pero siempre los veía más
bien enroscaditos y eran majísimos. 

Long Eared hedgehog
By I.V. Korneev [see page for license], via Wikimedia Commons

Links de interés:

- Información sobre las ardillas:
http://www.nationalgeographic.es/animales/mamiferos/ardilla

- Información sobre las cobayas:
http://es.wikipedia.org/wiki/Cavia_porcellus

- Información sobre los erizos:
http://es.wikipedia.org/wiki/Erinaceinae